Seamos sinceros: cuando hablamos de mesas y sillas de polipropileno, tenemos la vida demasiado fácil. ¿Por qué? ¡Son extremadamente resistentes casi a cualquier cosa! Ya sean derrames accidentales o los efectos inclementes del clima cambiante, cualquier mobiliario de exterior fabricado en plástico se encuentra protegido gracias a su propia composición. Y esto se debe a que hoy la tendencia en diseño apunta siempre a la belleza y armonía de los elementos, sin dejar de lado la practicidad.
Empecemos por el principio, ¿qué es polipropileno?
En términos técnicos, es el resultado de la polimerización del propileno. En términos simples, es el segundo plástico más utilizando en el mundo, el material más versátil, liviano, económico y chic que te encontrarás en el mundo del diseño. Tiene infinitas capacidades para moldearse, así que permite crear piezas en tendencia con funcionalidades top: soporta el calor, el frío, los golpes y básicamente todo tipo de maltrato.
Si es tan increíble, ¿no necesita ningún cuidado?
Amamos suficiente a nuestros muebles como para darles una mano cariñosa de cuando en cuando. Además, tomando en cuenta todo lo aprendido este año y medio sobre virus y bacterias, el proceso de desinfección es necesario. En el caso de este súper material, casi dado por los dioses del diseño de interiores, las fórmulas mágicas para mantenerlo en perfectas condiciones son simples:
- Si se moja, sécalo. Aunque la humedad no representa un peligro para ellos, te será más fácil evitar manchitas de agua (cero agradables a la vista) si le pasas un paño enjuagado con un poquito de detergente y luego lo pules con un trapo seco.
- Jamás de los jamases dejes restos de comida o bebida. Los accidentes pasan, especialmente cuando la gente se siente tan cómoda en el ambiente que has creado. No necesitas estar siempre encima recordando que usen portavasos o degusten tus aperitivos sin moverse, pero cuando veas migajitas o salpicaduras, retíralas a penas tengas oportunidad (de preferencia, sin que tu compañía lo note).
- Regula la exposición al sol. Una de las grandes ventajas del polipropileno es su ligereza. No importa si un día quieres el comedor en el patio y luego decidiste que te gustaría más lucirte con la visita en la terraza. ¡Puedes moverlo a donde tú quieras! Y aunque posee un acabado con protección UV, si los rotas constantemente de sitio con seguridad te durarán más.
- Cuando toque el día de limpieza profunda, inclúyelos en tu lista de pendientes. Tu mejor amigo en este caso será el bicarbonato de sodio. Ya sea mezclado con detergente suave, vinagre o ambos, una preparación a base de este ingrediente hará maravillas en tu mobiliario. Solo viértelo sobre las sillas y mesas y frota suavemente antes de enjuagar con agua tibia y secar.
- En casos demasiado extremos, con manchas imposibles, utiliza productos de hogar que sean a base de alcohol bencílico.
¿Tienes tus propios trucos? ¡Deseamos saber!