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Así como necesitas un espacio confortable, cálido y feliz para sentirte a gusto en tu hogar, ¡tus plantas piden lo mismo! Cuando se trata del mantenimiento de tu pedacito de naturaleza en casa, debes pensar también en el cuidado que amerita tener una maceta, macetero o pote. Sin importar dónde las ubiques, existen reglas básicas a tomar en cuenta. Nosotros te traemos todos los tips.

La belleza va de la mano con el cuidado

Probablemente desconocías que el color influirá en el proceso de mantenimiento. Algunos tonos absorben con mayor facilidad la luz, convirtiéndose en piezas un poco más vulnerables a la constante exposición solar. Por ejemplo, el blanco rebota los rayos y el negro absorbe el calor. En este sentido, no tienes que reducir tu colección de maceteros u olvidarte por completo de ciertos colores; solo ten en cuenta cuáles podrían requerir más atención de tu parte. ¡Esta recomendación también te servirá para elegir qué tipo de plantas colocarás en ellos!

Por otra parte, el material importa más que cualquier cosa. ¿Por qué? Unos tienden a ser menos frágiles que otros y, además, resisten distintos tipos de limpiadores. Si tienes maceteros de plástico tipo polipropileno, bastará con replantar para lavar con detergente suave y bicarbonato de sodio; además, no tendrás que preocuparte demasiado por la exposición constante al sol o a la lluvia.

Respecto a los fabricados en barro o cerámica, exigen ser tallados con un cepillito antes de lavarse con agua templada y vinagre. Son más propensos a las grietas, así deberás tomar en cuenta los cambios climáticos para ubicarlas en tu casa o jardín.

Plantas felices, macetero feliz

Otro factor fundamental es retirar todos los residuos como pétalos caídos o raíces rebeldes. Al mimar a tu planta, la haces crecer más fuerte y bella, lo cual beneficia enormemente la durabilidad del interior de la maceta. En este punto, es vital que comprendas la calidad de los nutrientes que usas para fertilizar y el tipo de tierra, que permitirá un mejor flujo de agua y minerales, sin resentir el peso y la estética de tu pote.

El tip anterior te llevará a preguntarte si el macetero compraste te servirá más como cubremaceta. Las plantas son seres vivos y, como nosotros, necesitan un espacio adecuado para respirar y subsistir. Dependiendo de cuáles vayas a sembrar, te hará falta conseguir una maceta transpirable (con agujeros en el fondo, de apariencia más simple) y recubrirla con otra mucho más bonita y resistente. ¡Será como crear un caparazón de amor!

 Si tienes más recomendaciones, ¡coméntanos! Nos encanta saber cómo te ocupas tú mismo del cuidado de tus muebles y accesorios.